El centro de recepción y acogida de menores Verge del Lledó de Castellón ha tenido que habilitar una tercera planta para acoger a una parte de los 18 niños trasladados de la residencia de Segorbe, tras haber detectado la Conselleria «indicios de maltrato». El incremento de residentes no ha supuesto un aumento de personal, a pesar de la conflictividad registrada hace unos meses en estas céntricas instalaciones de la capital de la Plana, de la cual la Fiscalía Provincial dio parte a la Dirección Territorial de Igualdad y Políticas Inclusivas, como informó ayer Mediterráneo.

Los menores de Segorbe se suman a un grupo de chavales de Monteolivete, el polémico centro de Valencia que ha sido cerrado por las malas condiciones que presentaba, que llegaron hace varios meses. Este hecho sí supuso un refuerzo, con seguridad privada, para prevenir peleas y conflictos que se originaron en estas instalaciones. Esta medida la puso en marcha la Conselleria después de las advertencias de la Fiscalía de Menores de Castellón.

En cuanto al refuerzo de personal, desde el departamento de Mónica Oltra apuntaron que al tratarse de un centro público las contrataciones deben hacerse siempre mediante oposición.

PROBLEMÁTICA // La principal disyuntiva en Verge del Lledó, una antigua residencia de estudiantes habilitada para la atención de menores, se debe a que se trata de un centro de recepción y acogida, por lo que se mezclan problemáticas entre los niños recién tutelados por el Consell que llegan y aquellos que viven allí. El nuevo plan lanzado por el Gobierno autonómico prevé, según fuentes de la Conselleria, que ambos centros se diferencien, lo que permitirá mejorar la situación, aunque el modelo no entrará en vigor hasta el próximo año. Ayer empezó el pago de la deuda a los centros de acogida, que asciende a cerca de dos millones.