Problemas y más problemas. Las obras de construcción del tercer carril ferroviario, para que la actual plataforma cobije un tercer hilo que permita la llegada del AVE en ancho internacional desde Valencia a Castellón, se han convertido en un quebradero de cabeza. Y no solo para los técnicos y responsables políticos del Ministerio de Fomento, desbordados por hallar vías que compatibilicen el avance de los trabajos en la infraestructura con el paso de los convoyes diarios, sino también para los miles de pasajeros que cada día toman un tren de Cercanías, porque viven diariamente con molestias y la incertidumbre de saber si el tren va a llegar a hora a su destino. El malestar entre los usuarios no ha hecho más que acrecentarse. La Generalitat está mediando en el asunto en busca de una solución.