Por primera vez en años se están vendiendo villas en Castellón, aunque suponen siempre un desembolso mayor que los pisos”. La información la facilita el secretario del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) y profesional del sector, Carlos Carmona, quien añade que “ahora, aunque los precios están muy ajustados, ya es difícil encontrar chollos, prácticamente lo único que se ha comercializado durante mucho tiempo, de manera que el coste medio en las transacciones sube porque se venden viviendas de un valor más elevado”.

Los datos del Ministerio de Fomento encajan plenamente con la visión de los API a pie de mercado. Son las relativas a vivienda usada que, a efectos estadísticos, incluyen aquellos inmuebles que pertenecen a los bancos y que se clasifican como de segunda mano aunque estén sin estrenar, por el hecho de que la propiedad ha cambiado de manos al menos una vez, entre el promotor y la entidad financiera.

las estadísticas // Desde esta premisa, los últimos números oficiales, correspondientes al primer trimestre de este año, revelan que en la provincia de Castellón se han vendido 1.254 viviendas frente a las 1.032 del mismo periodo del 2015, lo que representa un incremento del 21,5%.

El valor acumulado de mercado de esos inmuebles es de 114,2 millones de euros, lo que arroja un valor medio por transacción de 91.122 euros, es decir, un 8% por encima de los 84.203 euros de promedio vigentes en el primer trimestre del último ejercicio; y muy alejado de la media de hace solo tres años, cuando en el 2013 ese valor medio era de apenas 61.884 euros.

A la hora de valorar la evolución del sector inmobiliario provincial, Carlos Carmona asegura que “el precio continúa como factor determinante a la hora de comprar, si bien detectamos que cada vez se está acercando más el del anuncio al valor por el que finalmente se cierra la venta, que está siempre muy ajustado”.

El secretario del Colegio de los API de Castellón indica que “la gente tiene muy claro el presupuesto y no pasa de ahí; antes prefiere renunciar a sus expectativas de un número de habitaciones determinado o tener peores vistas”, lo que no impide que ese presupuesto esté creciendo.

En cuanto al tipo de vivienda que más se comercializa, Carlos Carmona señala que es “algo más de primera residencia, pero en la costa también hay movimiento”. En lo que no se han producido cambios es en la obra nueva, que continúa sin producirse salvo en casos puntuales y autopromociones de viviendas unifamiliares. Carmona limita los ejemplos a “una obra que hay en Benicàssim, otra en la calle Fola y quienes construyen su propia villa en la zona de Lledó”. H