Uno de cada cinco casos de acoso en las aulas de Castellón se libra en las redes sociales y en WhatsApp. El ciberbullying suma un 21,74% de las incidencias comunicadas por los centros a la Conselleria de Educación, 115 de las 529, y supera a los 85 casos de violencia verbal, física, sexual o de exclusión que suponen el 16,10% del total, según los datos de la Unidad de Atención e Intervención de Castellón dentro del Plan de Prevención de la Violencia y Promoción de la Convivencia Escolar (Previ) al cierre del curso 2016/17. La terrible estadística va a más con respecto al curso anterior y, en cifras generales, las incidencias por violencia en las aulas se disparan un 8,2% más en la provincia, con el mayor incremento registrado en los casos de ciberacoso, que aumentan un 5% de curso a curso.

Ante esta situación, colegios, institutos y las administraciones, tanto la Conselleria de Educación, la Diputación provincial como los ayuntamientos, han lanzado una ofensiva con nuevas líneas de trabajo y campañas específicas para contrarrestar esta lacra silenciada y que «cada vez más salta del temor a hablar hacia la denuncia», según algunos directores de Primaria y Secundaria consultados por este diario.

EN AUMENTO //

Con las cifras de la unidad del Previ en Castellón en la mano, lo que más se detecta son amenazas e insultos, la llamada violencia verbal, que supone un 58% de la casuística, aunque, por contra, es la única tipología que va a la baja -59,6%-. Crecen las agresiones físicas, de un 47,4% al 51%; las sexuales, del 6,6 al 8,13%; y las de exclusión, que pasan del 11,7 al 12,5%, con la especificidad de que «una misma incidencia puede entrar en más de una categoría», según Educación.

Esto es porque «cada vez se denuncia más, y hay menos miedo a comunicarlo a los compañeros o al profesor, porque las campañas de concienciación y de prevención están calando entre los jóvenes, desde los últimos cursos de Primaria hasta Bachillerato».

Y el cerco al acoso se va cerrando paso a paso. La Generalitat abrió el pasado curso 2016/17 una unidad de atención e intervención propia en Castellón e inició una formación específica del profesorado en esta área; los colegios e institutos intensificaron la puesta en marcha de los planes de acción tutorial, de atención a la diversidad y de convivencia, con equipos de mediadores e iniciativas variadas, como, por ejemplo, las tutorías entre iguales; y los ayuntamientos aumentan las campañas de acción social, como la de los agentes antirrumores activada en la capital, a la que, de entrada, se han unido 29 centros, una cifra que se prevé que crezca este año conforme avance el curso, según el concejal de Bienestar Social, José Luis López.

Y, en la misma línea, la Diputación impulsó toda una campaña contra el bullying con más de 26.000 alumnos alcanzados a través de su campaña Nada será igual, con una tv movie en la que muchos jóvenes tienen un espejo donde verse y decidirse a denunciar.

CONTRA LA LACRA //

«Hay que dar plena visibilidad a esta problemática social tan grave», señalan desde varios colegios. Los claustros lo tienen claro: «Hay que trabajar para abordar de frente esta lacra, sensibilizando y concienciando, pero también actuando», como dice Empar Franch, directora del colegio Censal, uno de los con agentes antirrumores en Castellón, que explica que «las redes sociales, con Facebook y los chats del WhatsApp a la cabeza, han abierto una nueva casuística que debe plantearse con todas las herramientas posibles para atajarla y reducir su impacto».