Cientos de castellonenses reivindicaron ayer en la plaza de la Panderola del Grao los bous al carrer y pidieron que se reconozca que “Castellón es una ciudad taurina”, afirmó Agustín Martí, representante de la Colla de Emboladors del Serrallo, entidad organizadora de la concentración reivindicativa. Con pancartas que incluían leyendas como Hay que ser más humanistas y menos animalistas como telón de fondo, multitud de familias y muchos niños, que fueron señalados como el relevo para los aficionados de hoy, la concentración transcurrió sin incidentes como los que sí se produjeron en febrero de este año en un enfrentamiento con grupos de antitaurinos. En todo caso, se habilitó presencia preventiva de la Policía Local de Castellón, mientras que más de una decena de agentes de paisano de la Policía Nacional estuvo en el eventom, informaron a Mediterráneo.

En el acto, el presidente de la Federación Taurina de Castellón, Juan Ramón Quesada, aseguró que “nuestros toros no se pueden quitar; quitar los toros sería como quitar la libertad”.

La edila del PSPV Mª Carmen Ribera y todos los concejales del PP en la capital, con su portavoz, Begoña Carrasco, al frente respaldaron la concentración, así como el cabeza de lista de la formación al Congreso de los Diputados, Miguel Barrachina, quien reclamó libertad y respeto a nuestras tradiciones y costumbres que son “un gran motor económico”. H