La lucha de Inma por estar con su hija comenzó el pasado mes de julio. Desde esa fecha han pasado ya ocho meses y esta vila-realense afincada en Castellón ha removido cielo y tierra con el único objetivo de reunirse con Fatou.

En los últimos ocho meses, la pareja han rellenado decenas de instancias, han aportado toda la documentación oficial que demuestra que tienen la guarda y custodia de la niña, han llamado a innumerables puertas tratando de demostrar a la Administración que se equivoca de pleno. “No puede ser que a una persona normal que lo único que quiere es estar con su hija le hagan pasar por todo eso”, lamenta. Porque Inma solo quiere que la pesadilla acabe. H