Dos locales de Benicàssim, un restaurante y una tienda de telefonía, han cerrado por un posible caso de coronavirus, lo que levantó una gran alarma ayer en la localidad, donde no se hablaba de otro tema. Estos negocios bajaron la persiana «por precaución», a la espera de los resultados de las pruebas efectuadas al personal, tras detectarse un contagiado en la familia, que «no reviste gravedad», según informó el concejal de Seguridad, Javier Alonso.

Al parecer, se trata de un hombre que había regresado de un viaje a Pakistán. La alcaldesa, Susana Marqués, confirmó ayer que «una persona dio positivo en un control serológico, pero tiene que confirmarse con la PCR, tal y como marca el protocolo sanitario, puesto que podría ser un falso positivo», como otros casos registrados durante la pandemia. «Es verdad que conforme marca el protocolo se ha aislado a la familia, a las personas que conviven o han tenido una relación directa con esta persona durante los últimos siete días», añadió.

«Como una de las personas familiares regenta un negocio, se ha procedido conforme marcan los protocolos sanitarios al precinto de este local, pero no porque estuviera atendiendo al público». «Se trata de un caso aislado», insistió. «No estamos hablando de ningún brote. Si lo hubiera la población sería la primera en saberlo y el Ayuntamiento establecería todas las medidas para controlarlo», aseguró.

testimonio // El dueño del restaurante, un kebab, explicó en un audio de voz que se están haciendo las pruebas y han cerrado los dos locales «por seguridad». «Mi hermano llegó de viaje de Pakistán, no tenemos síntomas ni ha dado nadie positivo. Pero la policía me pidió el favor de que cerrara los dos negocios. Estamos esperando los resultados», explicó el propietario del local.

También se harán pruebas a clientes del restaurante, según ha podido saber Mediterráneo.