Tener un contrato indefinido es el sueño de miles de trabajadores. Porque la diferencia que separa a los asalariados fijos de los eventuales puede dar para pagar el alquiler, pedir un crédito o incluso independizarse. Para empezar, los eventuales cobran de media un 33% menos que sus compañeros fijos y a la hora de finalizar el contrato, también hay diferencias. Cuando un asalariado temporal acaba su contrato recibe 12 días por año trabajado. Cuando es despedido uno indefinido, cobra 20 días. Y a todo eso hay que sumar la incertidumbre y la falta de seguridad, ya que uno de cada cinco eventuales tiene un contrato de menos de tres meses de duración. Todas esas ventajas explican por qué ser un empleado fijo se ha convertido en una meta a alcanzar y la buena noticia es que la reactivación ha traído consigo un alza de la contratación indefinida este año.

De enero a abril del 2018 se firmaron en Castellón 68.281 contratos de trabajo. Eso sí, la inmensa mayoría (el 92%) tuvo carácter efímero. La buena noticia, que la hay, es que la contratación indefinida también creció a buen ritmo: 5.420 profesionales de la provincia consiguieron un puesto fijo, un 23% más que en el mismo periodo del año anterior. Un aumento que tiene mucho que ver con la conversión de contratos temporales en indefinidos, que durante este periodo se disparó un 32%. Así, 3.981 trabajadores pasaron de ser eventuales a fijos, según la última estadística publicada por el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE). O lo que es lo mismo, se registró una media de 33 al día.

La conversión de contratos temporales en indefinidos ya alcanzó el año pasado las mejores cifras en siete ejercicios. En el 2017, y según los datos recopilados por la empresa de trabajo temporal Randstad, en Castellón 9.679 contratos eventuales se transformaron en fijos, un 27% más que durante el año anterior. Una cifra que superó en más de nueve puntos el aumento medio nacional.

Las conversiones de contratos eventuales en fijos no se ha repartido de manera equitativa entre hombres y mujeres, y los primeros representan el 65% (con cierta ventaja para los hombres, que representaron el 54%). Además, tras estos datos se esconde otra brecha: la que produce la contratación a tiempo parcial. Y es que de las 1.394 trabajadoras que en Castellón fueron convertidas en indefinidas, algo más del 43% lo fue con contratos a jornada parcial. En cambio, en el colectivo masculino la tasa de contratación sin jornada completa es muy inferior, del 9,3%.

Por sectores, el mayor número de estas conversiones (1.228, que representan algo más del 30%) se registra en la industria. Le siguen, aunque a cierta distancia, el comercio, con 713 conversiones durante los cuatro primeros meses del año, y la hostelería.