Peñas, collas y vecinos de la ciudad se reunieron en el Grao, en un día de hermandad para honrar en fiestas al santo marinero. La de ayer se puede considerar una de las jornadas de festa plena en Castellón, en el núcleo marítimo. Muchas caras conocidas de la crónica social y económico de la capital de la Plana en una cita ya marcada en rojo en el calendario castellonense, que fue «todo un éxito», según cuenta Juan Antonio Tirado, presidente de la Comissió de Festes de Sant Pere del Grao.

Políticos, empresarios, cargos institucionales y representantes festeros de comisiones de sector convivieron en las decenas de mesas ubicadas en el paseo Buenavista con graueros de pro y representantes de las peñas, que animaron la jornada con disfraces y sus coloridas camisetas identificativas. Además, quien no pudo acudir a por su arroz se sumó por la tarde, en una jornada non stop que tuvo su segunda parte en la torrà de sardina vespertina.

A 48 horas de decir adiós a Sant Pere 2017, el Grao bulle con la fiesta en la calle, con el tiempo acompañando en el último tramo de homenaje al patrón.