El Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana (CESM-CV) alertó este pasado fin de semana de que la escasez de vacunas para la gripe «obliga a dar citas para de aquí un mes o mes y medio» y lamentó «las consecuencias que pueden conllevar esta falta de planificación de los centros de salud para la población de riesgo». Ante estas afirmaciones, la Conselleria de Sanidad negó inmediatamente que existiera desabastecimiento y acusó al sindicato de «provocar una alarma social». Pero la realidad a veces se impone y deja en evidencia que algo está fallando en la campaña contra la gripe. Por ejemplo, las citaciones en el centro de salud de Nules para vacunarse contra este virus se dan a 35 días vista.

«Pedimos cita el pasado jueves 14 de noviembre y nos dieron para el próximo 19 de diciembre», señala un matrimonio de jubilados de la localidad. El caso es aún más crítico si se tiene en cuenta que uno de ellos sufrió una enfermedad cerebrovascular y es enfermo crónico. Por tanto, si los expertos consideran que, tras la vacunación, una persona está protegida cuando transcurren 15 días, estos pacientes no lo estarían hasta principios de enero del próximo año, cuando el repunte de la enfermedad ya se deja notar en las consultas médicas.

Desde la Conselleria de Sanidad insisten en que cada centro de salud «cita a los pacientes en función de los recursos asistenciales, llenando el cupo de citas diario» De esta forma, «se van repartiendo las solicitudes de vacuna de gripe y, en casos puntuales, puede alargarse unos días, nunca más de dos semanas». El departamento de Ana Barceló recuerda que el periodo de vacunación se extiende hasta finales de enero, «por lo que la efectividad de la vacuna está asegurada y no es imprescindible ponérsela en los primeros días de campaña».

Sanidad informó ayer que, desde el arranque de la temporada el pasado 4 de noviembre, ya se han inyectado 43.130 dosis en Castellón, cifra que en la Comunitat alcanza las 373.473 dosis, lo que supone un 23% más que la pasada campaña en iguales fechas.

Desde el sindicato médico remarcan que el problema no se debe a que falten vacunas, porque dosis hay suficientes, sino a la mala organización de los responsables de Atención Primaria.