La Asociación Valenciana de Agricultores (Ava-Asaja) y la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) han convocado para este miércoles, 27 de febrero, una concentración frente al puerto de Castellón para protestar por la llegada de naranjas navels procedentes de Egipto "mientras los cítricos valencianos cuelgan de los árboles sin encontrar comprador u obteniendo precios de auténtica ruina".

De este modo, estas organizaciones agrarias prosiguen la campaña de movilizaciones "contra la dura crisis que atraviesa el sector citrícola" que iniciaron el pasado 14 de diciembre con una manifestación frente a la conselleria de Agricultura y que han tenido su continuidad con sucesivas protestas tanto en València como en Madrid.

De esta forma, las movilizaciones se suceden, pues este lunes unas 7.000 personas salieron a la calle en Nules y Benicarló convocados por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador. La de Nules fue una de las protestas más masivas de las más de diez que se produjeron en el conjunto de la Comunitat.

Egipto es, de hecho, uno de los países competidores que más preocupa al sector citrícola, junto a Sudáfrica, Turquía y Marruecos. Estos cuatro países ya exportan a la Unión Europea, el mercado tradicional de la naranja castellonense, el doble que las empresas de la provincia.

En este sentido, y a grandes líneas, el mensaje del sector pasa, según el decálogo de propuestas que se leyó en Nules y Benicarló por dos cuestiones. La primera es la petición de ayudas directas a los pequeños agricultores, que han visto cómo 220.000 toneladas de clementinas se quedaban sin recoger en Castellón. La segunda, vinculada con lo que denuncian Fepac y Ava, es la exigencia a las instituciones europeas de renegociar «todos los acuerdos firmados con terceros países» y de mejorar los controles para garantizar la reciprocidad de los cítricos que entran en el Viejo Continente y que cumplan los mismos requisitos que la fruta valenciana.