El sector citrícola español y europeo exige a la Comisión Europea que refuerce y no debilite la protección fitosanitaria de las plantaciones comunitarias. A juicio de las organizaciones, la Comisión Europea plantea cambios a los anejos de la directiva 2000/29 del Scopaff que suponen un paso atrás en el camino de la seguridad fitosanitaria y agravan el riesgo de que nuevas y peligrosas plagas se establezcan en la Unión ocasionando gravísimos perjuicios.