Surgió como un movimiento para mostrar ante la sociedad las dificultades que sufren los productores de cítricos año tras año, acrecentadas desde la entrada en funcionamiento de tratados comerciales con terceros países que dejan a los agrios de Castellón en desventaja. Pero la Plataforma per la Dignitat del Llaurador, sin dejar esta vertiente reivindicativa, también lucha por poner en valor las cualidades de la fruta más próxima. En este sentido se mueve el objetivo de lograr una marca de calidad. Uno de los impulsores del colectivo, César Estañol, explicó el deseo de que, a partir de la próxima temporada «haya clemenules etiquetadas y que este plan sea una realidad».

Representantes de la plataforma mantuvieron ayer un encuentro con el diputado provincial de Desarrollo Rural, Santi Pérez, para lograr un apoyo a futuras iniciativas. La administración provincial «no tiene competencias en materia de agricultura, pero se mira cómo lograr algún tipo de respaldo», mencionó Estañol, que es edil de Agricultura de Nules. En la reunión también estuvo presente la alcaldesa de Burriana, María Josep Safont.

Para Santi Pérez, las actuaciones a desarrollar con la ayuda de la Diputación serían «en un primer estadio campañas informativas, y que a medio plazo deberían traspasar los límites provinciales». Para ello «se trabaja en crear una asociación que lidere este marca de calidad», indicó el edil de Nules, y que contaría con la vinculación de cerca de 20 consistorios de la Plana Baixa. Próximamente quieren trasladar este proyecto a la Conselleria para recabar la máxima colaboración posible de las instituciones.

EVOLUCIÓN / Sobre la evolución de la actual temporada citrícola, Estañol la calificó de «engañosa, ya que el precio por kilo es superior con respecto al pasado año, pero la disminución de la producción ha sido cercana a la mitad», por lo que el resultado final seguirá siendo «desastroso», concluyó.