El episodio de lluvias que se cerró el lunes por la noche tiene consecuencias económicas importantes para el sector citrícola. Además de la posibilidad de que el pixat haga su aparición y complique aún más la campaña a nivel de precios, la imposibilidad de recoger naranjas desde el pasado jueves provoca unas pérdidas para los aproximadamente 16.000 collidors de la provincia de 5,9 millones de euros.

Es decir, que cada día que este colectivo profesional no puede acceder a los huertos debido a las condiciones climatológicas sus asalariados dejan de ingresar casi un millón de euros. A falta de que el nuevo convenio, actualmente en negociación, establezca otras condiciones, el acuerdo en vigor fija que los collidors deben percibir un total de 61,45 euros por cada jornada de trabajo.

Pese a que este martes la noticia en toda la provincia fue la salida del sol, fueron pocos los collidors que volvieron a los campos. El motivo es que tras un periodo tan prolongado de precipitaciones, es aconsejable que la fruta se seque antes de ser recogida con el objetivo de evitar su deterioro una vez que entra en las cámaras de los almacenes. A ello hay que sumar que el barro acumulado también dificulta mucho la labor de las cuadrillas.

Aunque habrá quien espere hasta mañana para volver al trabajo para cumplir a rajatabla con los protocolos, hoy la mayoría de comercios y cooperativas retomarán la recogida sin demora, pues con las lluvias las reservas de fruta en las cámaras, con las que se ha abastecido los mercados, están prácticamente agotadas.

El secretario del sector hortofrutícola de UGT, Ramón Serra, aseguró que hay collidors que desde el inicio de la campaña ya han perdido 17 jornadas de trabajo debido a las inclemencias meteorológicas, lo que elevaría mucho las pérdidas. No obstante, en este caso no son 16.000 los afectados, puesto que muchos empleados se van incorporando a la campaña a medida que esta avanza, especialmente cuando comienza la recolección de la clemenules, variedad estrella de la provincia.

PÉRDIDAS

Tanto la Unió de Llauradors como AVA Asaja realizaron sus primeras valoraciones sobre las fectaciones del temporal. La segunda organización cifró en 70 millones las pérdidas para la agricultura autonómica, que estarán muy centradas en las comarcas del sur de Valencia. En Castellón, la Unió advirtió del peligro de que parte de la cosecha de hortalizas en el Baix Maestrat se estropee por la aparición de hongos, y en el caso de los cítricos apuntaron que habrá que esperar para hacer valoraciones.