Ocho días en la reserva marina de las islas Columbretes. Diez científicos del Centre Oceanogràfic de les Balears (COB), dependiente del Instituto Español de Oceanografía (IEO), además de otros 14 tripulantes, acaban de volver de una nueva expedición para evaluar la población de langosta roja del archipiélago de las serpientes. Lo hacen porque es «el único sitio donde hay una población virgen», reconoce la investigadora Sandra Mallol.

Y es que las Columbretes fueron el primer territorio declarado reserva marina en España, el 19 de abril de 1990, y esto hace que allí los parámetros de los animales «no estén alterados» por la explotación pesquera y sean «como son en la naturaleza», apunta la científica del COB/IEO. No en vano, allí suelen hallar especímenes «de 5 y 6 kilos» y de más de 30 años. En los 20 años de expediciones para analizar la langosta roja (Palinurus elephas) han marcado «más de 35.000» ejemplares.

La expedición que acaba de regresar a Baleares desde las Columbretes se ha dedicado a grabar en vídeo la actividad reproductiva de los machos, que suelen competir por las hembras en entornos de alta densidad. También han tomado muestras del fondo marino, de forma que podrán analizar el impacto de la actividad pesquera en los últimos 200 años. Pero, sobre todo, se ha dedicado a tratar de pescar larvas de langosta, casi microscópicas, que nacen en el archipiélago y sirven para repoblar «el Mediterráneo español y el norte de África», dice Mallol.

Todo para comprender mejor a este animal, que sufre entre 8 y 10 metamorfosis hasta la edad adulta y que es transparente en sus primeros meses de vida.