La Confederació del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç) muestra su indignación al conocer la postura del Gobierno ante las rebajas en tiendas físicas debido al virus. Los comerciantes lamentan las «manifiestas contradicciones» entre lo publicado en la orden ministerial («las rebajas y ofertas on line pueden estar permitidas, pero todo lo que pueda provocar aglomeraciones físicas no», dijo el ministro), las aclaraciones de la secretaría de Estado de Comercio y las declaraciones del propio Illa, «que repercuten en la seguridad jurídica del sector». Para los responsables de los negocios, se trata de una medida «incoherente», que deja en clara desventaja al pequeño comercio respecto a las grandes plataformas digitales. Tras casi dos meses de cierre, los pequeños comercios han recibido esta noticia como un «mazazo» y urgen una aclaración al Gobierno «dado que la prohibición de las rebajas o promociones significará la sentencia de muerte para los pequeños comerciantes».

Desde la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) también muestran su disconformidad y piden anular esa disposición, puesto que el aforo dentro de los establecimientos ya está limitado a un 30% para garantizar la seguridad. «Permitir rebajas únicamente en páginas web generaría una disfunción de precios en los canales de venta on line y física», puntualizan.