El comercio de Castellón, tanto el pequeño como el que está situado en las grandes superficies, afronta lleno de dudas una campaña de rebajas totalmente mediatizada por la pandemia --y más con las últimas restricciones anunciadas ayer-- y sobre la que es imposible hacer pronósticos, aunque desde luego los elementos no conspiran a favor de que haya una temporada de compras asimilable a la de otros años.

«Si las previsiones siempre son inciertas, ahora son imposibles», resume el portavoz de la Asociación Nacional de Grandes de Empresas de Distribución en la Comunitat Valenciana, Joaquín Cerveró, en referencia a cómo se pueden desarrollar las rebajas en centros comerciales como Salera, Estepark o El Corte Inglés.

A esta indefinición contribuyen las nuevas medidas contra la pandemia, que no solo reducen el aforo en los comercios al 30%, sino que marcan el toque de queda a las 22.00 horas, lo que afecta de lleno a estas superficies. «Muchas tiendas tienen el cierre establecido para esa hora, y ahora seguramente van a tener que adelantarlo», indica Cerveró.

Pese a ello, desde Anged hablan de un gran esfuerzo publicitario y de «unos buenos descuentos a los que esperamos que el público responda». Sí que se atreve a decir los productos que mejor funcionarán durante las rebajas: «Todos los relacionados con la tecnología y con el hogar». Por contra, los artículos de moda «tendrán una salida más lenta, pese a que hay mucha mercancía acumulada de otros meses».

Tampoco tienen demasiado claro cómo se va a desarrollar esta campaña en el pequeño comercio. Juan Rodolfo Adsuara, presidente de la asociación que los agrupa, Covaco, habla de la «incertidumbre» que vive el sector, que por otro lado viene de antes de que se produjera la crisis sanitaria. «La venta on line nos está haciendo mucho daño. Intentamos que las tiendas también empiecen a vender por internet, pero es muy difícil, sobre todo por falta de recursos. Si tienes un establecimiento físico no le puedes prestar también atención a la web, a no ser que amplíes personal, y no están los tiempos como para hacerlo», manifiesta Adsuara.

Una polémica recurrente siempre que llega esta época es la de su regulación. Y es que han quedado atrás los tiempos en que las rebajas comenzaban después de Reyes, y ahora en el comercio impera una cierta libertad a la hora de establecer descuentos. «Actualmente no sabes ni cuando empiezan ni cuando acaban», indica.

Ayer, por ejemplo, muchos comercios céntricos de Castelló ya habían comenzado con las rebajas, a rebufo de lo que sucede en grandes superficies. «Llevamos años intentando que se vuelvan a regular las rebajas. Hay tiendas que no venden restos de estoc, sino que traen producto nuevo».