El comercio electrónico avanza imparable en España. En el 2016 las transacciones de productos y servicios por internet acumularon una facturación de 24.185 millones de euros, un 20,8% más que en el 2015. Y el crecimiento, además, se acelera. La transformación del universo comercial es un hecho y los miedos que atenazaban las decisiones de compra parecen haberse esfumado definitivamente. Ya nadie se resiste a adquirir un producto desde casa o desde la oficina y, en Castellón, tampoco. Las compras se hacen cada vez más a golpe de pantalla y eso empieza a pasar factura a las tiendas físicas, cuyo número no para de menguar.

En una provincia donde el 80,7% de los hogares dispone de ordenador con acceso a internet no es de extrañar que las ventas del comercio electrónico se disparen año tras año. Un par de datos basta para entenderlo. El 34,2% de los ciudadanos de la provincia de entre 16 y 74 años (149.509 en números absolutos) han adquirido productos o servicios a través de internet en los últimos tres meses, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo significativo es que la cifra prácticamente se ha duplicado desde 2012, cuando el porcentaje era del 17,6%.

Casi 150.000 consumidores de Castellón han comprado por la red en los últimos tres meses, pero si se analizan los datos de todo el año el resultado aún es más abultado, pues 177.152 personas de la provincia practican el e-commerce, un 3,6% más que un año antes y 67.685 más que en el 2012, cuando el número de compradores era de 109.467.

Uno de los sectores que más conoce cómo han cambiado los hábitos de consumo de las familias de Castellón es el de la logística y mensajería. Este tipo de empresas se han multiplicado y cada año tienen más trabajo. «El auge del comercio electrónico es imparable. En los últimos años se ha disparado por la sencillez, rapidez y seguridad, y sigue sin tocar techo», apunta Alberto De Andrés, gerente de Mail Boxes, un operador logístico por el que cada día pasan decenas de paquetes.

La cara del auge del e-commerce son las empresas de paquetería y la cruz son los comercios físicos. Pese a que el sector se ha subido al carro (en 2015 el pequeño comercio de Castellón ingresó por ventas a través de internet 215 millones de euros, según Covaco), cada vez hay menos tiendas físicas y en el 2016 cerraron otras 175. «La venta on line no necesita de local físico y eso explica por qué baja la cifra de locales mientras crece la facturación», apuntan desde la oficina Pateco de Comercio y Territorio.