Comprar una vivienda para destinarla al alquiler. Esta práctica, que en la provincia se había abandonado a consecuencia de la crisis económica, en general, y del mercado inmobiliario, en particular, ha vuelto con fuerza. Lo ha hecho, por un lado, a consecuencia de la alta rentabilidad que ofrece al propietario y, por otro, porque existe una demanda creciente de personas interesadas en arrendar un piso que todavía no ha cubierto adecuadamente la oferta, como ya publicó Mediterráneo.

Y es que los compradores de vivienda destinada al arrendamiento están consiguiendo «rentabilidades de hasta un 6%», explica el presidente del Colegio de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi), Francisco Nomdedéu. Un porcentaje más alto de los «intereses que puede ofrecer cualquier banco, que pueden ser del 1%».

Según el último informe emitido por Solvia, este nivel de rentabilidad es igual al que marcan grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Alicante. Que hay interés en alquilar lo demuestra también el hecho de que el precio de arrendamiento ha crecido un 37,5% en los últimos cuatro años, según las estadísticas que dio a conocer esta semana el portal Idealista.com. Un panorama muy distinto al que ha sido hegemónico en la provincia, donde el interés por alquilar era escaso.

pisos usados// El fenómeno es generalizado en las principales localidades de la provincia, explica Nomdedéu, aunque en la capital de la Plana es más intenso. La tipología de vivienda que buscan los compradores, además, también está bastante clara: «Suelen ser inmuebles de dos o tres dormitorios de más de 30 años, que se pueden conseguir a buen precio. Se compran reformados o para reformar. Además, no hace falta que estén en calles principales porque igual hay demanda».

El delegado en Castellón de la Asociación Valenciana de Inmobiliarias, Joaquín Estañol, explica que en la fiebre por alquilar también interviene otro factor, «la falta de obra nueva». «Al final, a la gente no le queda otro remedio que establecerse como arrendataria, porque no hay oferta de compra en las zonas en las que quieren vivir», manifestó.

Estañol señala que para cubrir la demanda creciente de pisos para alquilar es necesaria la colaboración de la Administración, «ya que el propietario tiene mucha inseguridad jurídica». Uno de los mayores problemas en este sentido es la okupación.