La actividad comercial se ha visto notablemente disminuida en las calles de las ciudades y poblaciones españolas desde que, a finales de la pasada semana, entrara en vigor el Real Decreto por el que el Gobierno activaba el estado de alarma, principal medida para intentat frenar la pandemia de coronavirus que azota nuestro país en los últimos días. Por ello, numerosos establecimientos del sector servicios se han visto obligados a cerrar sus puertas, sobre todo los relacionados con el ocio y, por consiguiente, más proclives a la acumulación de personas. Restaurantes, bares, pubs, cafeterías, cines, recreativos, instalaciones deportivas privadas y públicas... han visto frenada su actividad por el covid-19. Sin embargo, un contado número de actividades mantienen el cartel de abierto colgado de sus puertas, consideradas por el Gobierno como servicios de «primera necesidad» según se especifica en el artículo 10.1 del Real Decreto 463/2020.

Consulta el nuevo horario

Entre las actividades legales se encuentra el del permiso a los ciudadanos para salir de sus casas con el objeto de ejercer su derecho a la información mediante la prensa escrita. Los quioscos, principales puntos de venta de periódicos que, como Mediterráneo, siguen fieles a su cita diaria con los lectores a pesar de los momentos de dificultad por la grave crisis sanitaria, continúan con su actividad prácticamente al 100%, aunque en algunos casos en horario reducido, ya que muchos de los encargados de estos establecimientos han optado por eliminar el horario vespertino debido al amplísimo seguimiento del obligado confinamiento domiciliario, sobre todo a partir de primera hora de la tarde.

Servicios básicos

Los quioscos —también los que extienden su actividad a la venta de libros o de material de papelería—, hoy por hoy, están equiparados a negocios como supermercados, farmacias, ortopedias, droguerías, ópticas o estancos, todos ellos autorizados a mantenerse abiertos al público como garantes de ofrecer productos y servicios de «primera necesidad», como lo es para las autoridades salir a comprar el periódico, uno de los escasos motivos en los que está justificado romper por unos minutos la cuarentena tan necesaria para frenar el impacto de la pendemia de coronavirus.

La visita al quiosco se está convirtiendo en estos días complicados en una de las opciones elegidas por los ciudadanos para seguir al detalle las informaciones relacionadas con la crisis sanitaria del covid-19, tanto a nivel local —como se encargan de cubrir concienzudamente los periodistas de Mediterráneo— como a escala nacional e internacional.