La pérdida de apoyos de Compromís en las elecciones del pasado domingo y la débil posición para negociar la entrada en el futuro gobierno del Ayuntamiento ha abierto una crisis sin precedentes en el seno del partido en la capital, hasta el punto de forzar a su número dos, Ali Brancal, a renunciar al acta de concejala, que abre la puerta a Francesc Mezquita. Lo hizo tras la asamblea local, en la que varios militantes pidieron su dimisión achacando el descenso de votos por el que han perdido un edil a la investigación judicial que arrastra la exvicealcaldesa.

Tras un tenso encuentro con las bases, la ejecutiva local se reunió de forma extraordinaria y, ante la demanda de los militantes, presionó a la edila en funciones para que diera un paso al lado, «debido a su complicada situación y a la imposibilidad de asumir responsabilidades de gobierno». Brancal, finalmente, accedió. Y fue más allá, al asegurar que no solo se iba sino que se daría de baja del partido. Este desenlace se produjo después de días de reuniones en las que se invitó a la edila a apartarse de motu propio dados los resultados de las urnas. Pero Brancal, tras más de seis meses de desgaste y habiendo contado hasta el 26-M con el respaldo explícito del partido --hasta el punto de auparla al número dos de la candidatura--, defendió su plaza y no creía que fuera ahora el momento de abandonar el barco, incluso llegó a sopesar la posibilidad de recoger el acta y pasar al grupo de no adscritos.

Pero el partido no lo entiende así y consideran que «la mejor manera de afrontar este nuevo reto es que la compañera Ali Brancal dé un paso al lado». Con ello, «Compromís podrá encarar la negociación de un nuevo gobierno con la fuerza necesaria para afrontar los futuros retos de la ciudad», apuntó el portavoz de Compromís y cabeza de lista de la candidatura, Ignasi Garcia.

NUEVAS ALIANZAS // El partido busca allanar el camino de las negociaciones para poder entrar en el gobierno por segundo mandato consecutivo, sobre todo con los que han sido sus socios esta legislatura, el PSPV, que es ahora la primera fuerza política del consistorio -con 10 ediles- y el que tiene el timón del nuevo gobierno.

La salida de Brancal también facilitaría la alianza con Podem-CSeM-EU, cuyo candidato, Fernando Navarro, ya pidió en su día que la edila se retirará de la primera línea política por su investigación judicial a raíz de la querella presentada por el PP, por un presunto delito de malversación de fondos públicos al supuestamente enviar sobres electorales a través del correo municipal.