Medio centenar de alcaldes y concejales de Compromís de la Comunitat Valenciana se dieron cita en la asamblea que, sobre nacionalismo y municipalismo, tuvo lugar ayer en Almassora, donde se aprobaron tres resoluciones, entre las que estaba aquella dirigida a fomentar la estabilidad de lo que llaman go-

verns progressistes del canvi. Pero el documento, defendido por la vicealcaldesa de Castellón, Ali Brancal, apelaba también al compromiso de dar el apoyo de la formación a las decisiones que tomen los grupos municipales de su partido que, en algún momento, se decanten por la ruptura, como así ha sido recientemente en la localidad de les Alqueries.

El texto se para especialmente en esta circunstancia, señalando que el PSPV local rompió de manera unilateral el pacto de gobierno con Compromís «poniendo como excusa la aprobación de los presupuestos cuando aún quedaba un mes para llegar a acuerdos», esgrime la resolución, que describe la situación como «un golpe en toda regla contra la línea de progreso y avances que se han conseguido desde que se suscribió el pacto».

LAS CLAVES // Ante ello, la asamblea nacionalista se reafirmó en su apuesta por los gobiernos locales del cambio «basados en el valencianismo, la izquierda y el ecologismo», y por mantener los gobiernos estables con otras fuerzas progresistas. Del mismo modo, «se da pleno apoyo a aquellos grupos municipales de Compromís en los casos de ruptura de los gobiernos locales del cambio», señala el citado documento.

Las otras resoluciones, aprobadas por unanimidad, trataban sobre la nueva ruralidad del País Valencià, generada por el grave despoblamiento que sufren las comarcas del interior. Y el tercer documento aprobado en el cónclave de ayer en Almassora se centraba en la condena más enérgica contra la violencia machista.