Las urnas han dejado en manos del PSPV el futuro diseño del gobierno municipal de Castelló, con una candidata a revalidar la alcaldía, Amparo Marco, en una posición de fuerza que le permite tomarse un tiempo y estudiar cuál es su opción -y la del partido- para gobernar los próximos cuatro años, mientras los socios del Pacte del Grau que la auparon a la alcaldía en el 2015, ahora desde una posición más débil, aprietan para reeditar un pacto de izquierdas. Y aparece en escena Ciudadanos, que se ofrece a negociar.

La alcaldesa en funciones tiene ahora tres opciones entre las que escoger. Con sus 10 ediles, podría gobernar en solitario y buscar apoyos puntuales en el resto de fuerzas. También tiene la opción de liderar e integrar a toda la izquierda, con los tres ediles de Compromís y los dos de Podem-CSeM-EU, y reeditar el Pacte del Grau con 15 concejales frente a los 12 de la derecha -7 del PP, 4 de Ciudadanos y uno de Vox-. Y podría también sumar solo con Ciudadanos, consiguiendo así los 14 ediles de la mayoría absoluta.

Valoraciones

Para Marco aún es pronto para tomar una decisión, que debería tener el beneplácito de los órganos del partido. Dice que todavía «no es el momento de hablar de pactos ni de si gobernaría en minoría» y que «no hay prisa para decidir».

Por su parte, el vicealcalde en funciones, el candidato de Compromís y portavoz del grupo municipal, Ignasi Garcia, considera que en las elecciones de las que ha salido ganador el bloque de la izquierda, «la mayoría de los castellonenses han valorado positivamente el Acord del Grau y por eso Castelló tiene que estar gobernado por las fuerzas progresistas». Tras perder uno de los cuatro ediles con los que ha gobernado este mandato, Garcia valoró ayer que «es momento de hacer una reflexión» y que por eso convocarán la ejecutiva y una asamblea que «marcará nuestra hoja de ruta». «Compromís continuará trabajando por las personas y construyendo una ciudad de oportunidades», manifestó.

El candidato de la confluencia, Fernando Navarro, también reconoce que «Castelló necesita una mayoría progresista y vamos a trabajar para que haya un gobierno de transformación». Tras perder la mitad de representación -de los cuatro ediles de CSeM a dos-, se ve «necesario» para el gobierno de izquierdas en la capital. Su predisposición sería entrar a gobernar después de que no lo hiciera en 2015, «aunque las líneas de negociación las marcará el Consell Ciutadà de Podem y la asamblea de la confluencia».

Respecto a Ciudadanos, el número uno de la formación naranja, Alejandro Marín-Buck, aseguró que está abierto a negociar. El primer paso, dijo, lo debería dar Marco y «nosotros escucharíamos su propuesta». «No hemos ocultado que podríamos hablar con cualquier partido basándonos en los programas de cada uno y viendo que es lo mejor para la ciudadanía de Castelló». Marco tampoco cierra la puerta a negociar.

Las opciones están todas abiertas y el partido socialista tiene hasta el 15 de junio, cuando se constituyen los ayuntamientos, para tomar una decisión.