El gobierno bipartito trató ayer de encajar la inminente marcha del vicealcalde de Castellón, Enric Nomdedéu, como nuevo secretario autonómico de Empleo con el deseo más que con la certeza de que su baja no alterará la actual estructura orgánica municipal. Si desde las filas socialistas se intentaba ayer no entorpecer un asunto que corresponde solventar a sus socios de Compromís, desde las posiciones nacionalistas se miraba de reojo al ruido subterráneo originado por el grupo de críticos del Bloc, que, desde Valencia, se apresuraba a expresar en un comunicado su desacuerdo con esta elección.

El propósito valencianista es que nada cambie y puedan conservarse los “privilegios” de contar con una vicealcaldía y una portavocía atada en los acuerdos de gobernabilidad fijados en el pacto del Grao, de julio del 2015.

La propia alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, declaró ayer la necesidad de “dejar pasar un tiempo para pensar” en una remodelación del equipo de gobierno con una llamada a respetar los tiempos que permitan cubrir la múltiple vacante que deja Nomdedéu, en su faceta de vicealcalde, portavoz municipal, concejal todoterreno y “virtual tótem mediático”, como así le definía ayer uno de sus socios de coalición en el gobierno local.

El pretendido silencio socialista fue tal que en una reunión interna celebrada en la tarde de ayer --cita que estaba convocada “desde hace tiempo”--, que ni siquiera se trató el asunto de la marcha de Nomdedéu, según subrayaron fuentes del partido.

COMPARECENCIA // Nomdedéu convocó por la mañana en el ayuntamiento a la prensa. Fue una cita para explicar la situación y a la que se sumó el resto de miembros de un gabinete que quería aplaudir y abrazar al “elegido”, y, de paso, mostrar una normalidad temporalmente hecha añicos y que dejó los pasillos del consistorio lleno de corrillos y funcionarios que trataban de dar luz a los acontecimientos, donde las apuestas colocaban como nueva vicealcaldesa, por su veteranía y andadura política, a la concejala Ali Brancal.

En su comparecencia, el portavoz municipal dejó claro que “no hay ida y vuelta” tras 13 años de vida municipal. Mostró su pesar por no poder seguir en el consistorio para ver los resultados de su gestión. Y sobre su nuevo puesto, dijo sentirse plenamente capacitado. “En el Servef hay que cambiar muchas cosas”, indicó Nomdedéu, que confesó que no hubiera aceptado otro puesto que no fuera este.

Mientras desde el PP se guarda silencio a la espera de acontecimientos y desde Castelló en Moviment, de momento, se opta por la observación, Ciudadanos se apresuró a pedir a través de un comunicado “certidumbre en la reestructuración del gobierno”. Su portavoz municipal, Vicente Vidal, entiende que “los castellonenses merecen conocer ya quién ocupará un puesto tan relevante como es el de la vicealcaldía” un puesto que considera “piedra angular del ejecutivo”.

EL PSOE, A LA EXPECTATIVA // “Ya hablaremos más adelante. Ahora lo importante es que Nomdedéu marque los tiempos. Es su momento”. Con estas palabras la alcaldesa Amparo Marco refrendó su voluntad de no interferir en unas primeras decisiones e iniciativas que corresponden ahora a sus socios de gobierno. Desde las filas socialistas, de momento, se prefiere estar a la expectativa y esperar las propuestas de unos socios que, ya dicen, no quieren “regalar responsabilidades”. H