El senador de Compromís, Jordi Navarrete, recordó ayer que el Estado, sus cargos, abogados y técnicos responsables «permitieron con su inacción el triste desenlace del proyecto Castor, que a día de hoy sigue iluminado de noche en medio del mar, como un monumento a la ignominia». Navarrete señaló que el Gobierno no puede ahora dejar autopistas como la AP-7 en manos de empresas que generaron un fiasco como el Castor.