Los cuatro diputados de Compromís, incluida Marta Sorlí, elegida por Castellón, rompieron ayer la coalición electoral con Podemos al resistir la intensa presión que recibieron para incorporarse al partido de Pablo Iglesias, y presentaron a la Mesa del Congreso una petición para crear grupo propio que Joan Baldoví calificó de “testimonial” porque cuentan con que sea rechazada.

Tanto Baldoví, al que el Rey tiene previsto recibir mañana como representante de la formación Compromís-Podemos, ahora rota, como Sorlí, confirmaron que la coherencia con el mandato recibido y con el pacto firmado con los podemitas cara al 20-D ha hecho que mantuvieran su posición de “pelear hasta el final” para lograr un grupo valenciano.

A partir del momento en el que, previsiblemente y por la oposición de PP, PSOE y Ciudadanos, se niegue a los dos diputados del Bloc (Sorlí y Baldoví) y los dos de Iniciativa, el partido de Mónica Oltra (Enric Bataller e Ignasi Candela), el grupo solicitado, dejan en manos de la ejecutiva que Compromís tiene previsto celebrar mañana, y que podría adelantarse a hoy, la decisión donde irán los parlamentarios.

En este sentido, las opciones que se barajan pasan por integrarse en el Grupo Mixto o, incluso, entrar finalmente en Podemos. No obstante, en su solicitud ante la Mesa, Joan Baldoví, deja abierta la puerta a que otro partido les ceda un diputado para lograr el mínimo de cinco que exige el reglamento. Esta posibilidad remite a la solicitud que Oltra hizo ese sentido al PSPV.

La confusión y la intensidad presidieron las negociaciones entre Podemos y sus confluencias a partir del momento en que el partido de Iglesias rechazó la petición de los cuatro grupos, con la tensión marcada por los cuatro diputados de Compromís de la coalición valenciana y, especialmente, por los dos del Bloc, Joan Baldoví y Marta Sorlí, para llegar a la decisión final solo en el último minuto, apenas cinco minutos antes de que acabar el plazo para aportar la documentación.

De hecho, la dirección del Bloc dio su visto bueno a la coalición con Podemos en contra de la opinión de sus militantes, vertida en un referendo, y solo a cambio de esa “lucha hasta el final” por el grupo propio. Si ahora no solo no se consigue, sino que sus diputados van al grupo de Podemos, el congreso previsto para mayo, que ya se esperaba muy complicado, podrá convertirse en un polvorín en clave interna. Una situación orgánica que necesariamente tendrá repercusiones sobre las relaciones con el partido de Oltra en el camino hacia la conversión de Compromís en un partido, aunque Baldoví se apresuró ayer a decir que lo ocurrido ayer no afectará a la coalición. Falta ver si tampoco tendrá repercusión sobre el tripartito que gobierna enen la Comunitat. H