El in extremis se ha instalado de forma definitiva en el ideario de Compromís, la coalición entre Bloc e Iniciativa. Las decisiones conflictivas, que son muchas, siempre se han solventado sobre la campana y la que ahora nos ocupa, qué hacer con los cuatro diputados en el Congreso, va camino de lo mismo. Tienen hasta mañana para decidirlo y las posturas entre Enric Morera (Bloc) y Mònica Oltra (Iniciativa), para variar, son dispares. El primero no quiere saber nada de Podemos, y la segunda todavía no le cierra la puerta a los de Iglesias pese a dejarles tirados a la hora de conformar grupo propio en la Cámara Baja, que es lo que acordaron en el famoso protocolo. Pero los protocolos ya se sabe, están para incumplirlos. Sean cual sea el resultado final de la decisión de Compromís, no creo que se rompa la coalición porque hay mucho en juego. Divididos ya están, y desde hace tiempo, pero una cosa es estirar cada uno por su lado y otra muy diferente poner en peligro la gobernabilidad de la Comunitat Valenciana. En cualquier caso, hasta la fecha, todos los pulsos internos en Compromís los ha ganado Mònica Oltra.