Problemas individuales de gestión empresarial, la suave recuperación aún del mercado nacional y problemas que se arrastran desde el inicio de la crisis económica son las causas que economistas y sindicalistas apuntan para que Castellón aún no logre librarse de los concursos de acreedores, que han crecido un 35% en la provincia en el primer semestre del año, al sumar 70, frente a los 50 del mismo periodo del ejercicio económico del 2015.

Esta evolución al alza se produce en contraste con la que reflejan los números del conjunto de la Comunitat Valenciana, donde los concursos descienden en el periodo estudiado un 14% gracias a los buenos datos de Valencia y Alicante. Igualmente, la tendencia es la contraria a la de la media nacional, que refleja una caída mucho más destacada, del 23%.

antiguas quiebras // Son datos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que recoge y procesa la unidad concursal de la consultora PwC que, sin embargo, muestran la tendencia a la disminución de este tipo de procesos, herederos de las antiguas quiebras, pero diferentes en el sentido de que se ponen en marcha, a menudo, para tratar de evitar la liquidación.

El primero de los supuestos mencionados, las dificultades de gestión, es el origen, por ejemplo, del proceso conocido hace escasos días de la empresa concesionaria del párking de Santa Clara, que entrará ya en las estadísticas de la segunda parte del año.

En cuanto a los sectores de actividad en los que Castellón registra los concursos de acreedores, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), destacan el comercio al por menor y por mayor, con el 26% de los casos; las actividades relacionadas con la construcción y la actividad inmobiliaria, con el 23%; y la industria en general, que absorbe el 16% de los procedimientos judiciales.

Agricultura, pesca, energía, transporte, almacenamiento, actividades administrativas y servicios auxiliares son, por otra parte, actividades que no han dado lugar a ningún concurso entre enero y junio en Castellón.

tamaño y ámbito // El economista castellonense Enrique Domínguez explica la divergente evolución de Castellón en relación con su entorno autonómico y nacional; al menos en parte, al señalar que “en la provincia hay una parte muy importante de empresas que trabaja centrada en el mercado nacional y el consumo aquí, aunque ha mejorado, todavía es poco dinámico y eso afecta”.

Domínguez confirma que una causa más de los concursos es la gestión individual de cada firma, en la que pueden surgir dificultades “a veces, no por una mala actuación, sino porque los clientes no pagan y el empresario no puede hacer frente a sus pagos, que es lo que lleva finalmente al concurso de acreedores”.

Por su parte, el secretario general de UGT en Castellón, Francisco Sacacia, quien destaca que las grandes empresas quedan fuera ya de los casos judiciales e interpreta que se tratará de pymes en su mayor parte, añade que “la mayoría de estos procesos vendrán arrastrados de años anteriores. Serán empresas que han conseguido mantenerse durante toda la crisis económica, o comercios que han abierto hace poco pero que, al final, no han conseguido estabilizar su situación y han entrado en concurso ahora”. H