Con la vuelta al colegio, se prevé que muchas familias castellonenses vuelvan a sus ocupaciones habituales, dejando atrás el periodo vacacional. En este nuevo curso, es muy probable que se deba hacer frente a una serie de gastos que pueden comprometer la economía familiar. Por ello, desde la Unión de Consumidores se recuerda la necesidad de racionalizar el gasto al objeto de evitar el sobreendeudamiento familiar, ofreciendo para ello los siguientes consejos:

-Es conveniente elaborar un presupuesto que recoja los ingresos y gastos periódicos habituales, ya que de esta manera conseguiremos saber cuál es nuestro margen de disponibilidad.

-También es recomendable realizar una relación de aquellos objetos o servicios que debemos adquirir o contratar, estableciendo un listado de prioridades; procediendo a continuación a comparar los precios de distintos establecimientos, aprovechando las ofertas que puedan realizarse o la posibilidad de encontrar precios más atractivos en productos alimenticios de temporada.

-En cuanto a la compra de productos alimenticios, es preferible comprar varias veces a la semana en lugar de efectuar una compra única semanal, ya que nos permitirá controlar mejor cuales son nuestras necesidades reales, evitando el derroche y desperdicio de comida.

-Echar mano de las tarjetas de crédito puede suponer una salida falsa a cualquier necesidad inmediata de liquidez. Por tanto, y con independencia de que nuca resulte conveniente abusar de su utilización, éste puede ser un buen momento para revisar qué tipo de tarjetas tenemos, qué ventajas ofrecen, cuáles son los gastos de utilización, etc. Debiendo tomar especial precauciones con las denominadas tarjetas “revolving”, en cuanto suponen el aplazamiento del pago de una serie de cantidades que pueden incrementarse de forma considerable sin que seamos apenas conscientes de ello.

-También debe recordarse que existen gastos que pueden considerarse superfluos; por ejemplo, la sustitución de material escolar que puede seguir utilizándose aunque haya pasado de moda, viajes, etc. Es bueno analizar qué gastos son necesarios y cuáles no lo son, dejando para más adelante cualquier compra que no sea estrictamente necesaria.

-Calcular el consumo de energía y agua puede inducirnos a establecer medidas o aprovechar programas que nos permitan reducir la factura.

En definitiva, resulta más que nunca necesario adaptar la economía familiar a nuestros ingresos, potenciando -si es necesario- para cubrir nuestras necesidades la recuperación, reutilización y el reciclaje. Diferenciando entre lo necesario y posible, de lo innecesario e imposible (por inaccesible).