Conseguir el consenso en el nuevo reglamento de los bous al carrer. Ese es el objetivo de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias para lograr que la normativa cuente con el visto bueno de todas las partes implicadas, es decir, administración, colectivos taurinos y veterinarios, entre otros. El director general de este organismo, José María Ángel, informa de que la aprobación del decreto, prevista para finales de este mes de julio, se realizará después del verano. Y es que hay tiempo suficiente para un acuerdo satisfactorio, ya que la norma entrará en vigor el 1 de enero del 2018.

«Continuamos negociando para aprobar un reglamento que garantice la máxima seguridad, tanto para el aficionado como para el animal, porque así se defiende la tradición de los bous», afirma Ángel, quien asegura que se va «por el buen camino, sin imponer nada a nadie». En este sentido, el director general de la Agencia de Seguridad se muestra abierto a dialogar con todas aquellas personas que quieran realizar aportaciones al respecto.

Tras la última reunión entre todos los agentes implicados, las posturas se acercaron, en especial, en el punto que más debate ha generado, la inclusión de la figura del veterinario. Ahora está previsto que antes de que concluya julio se vuelvan a reunir.

Sin duda, uno de los principales pasos es el que ha dado la Federación de Peñas Taurinas de la Comunitat, que, tras su inicial rechazo frontal a implantar la figura del veterinario por los costes añadidos que supondrá, decidió finalmente apoyar la medida. Los colectivos que la integran defienden que de este modo los antitaurinos ya no tendrán armas para asegurar que durante las exhibiciones se maltrata al animal. Tras este cambio de postura, la federación sí solicitó que el veterinario no sea el que tenga el poder de decisión en la lidia y esta tarea siga recayendo en el director del festejo. Esta reclamación ha sido aceptada por el Consell, que remarca que los distintos veterinarios dispondrán solo una competencia de asesoría.

COSTE AÑADIDO

Además de las funciones, otra de las cuestiones que está encima de la mesa y que todavía falta por concretar es la que hace referencia a los costes añadidos que supondrá la medida. Las peñas reclaman que sea la administración la que corra con dicho desembolso, ya que ahora realizan esfuerzos para poder patrocinar los astados que se exhiben. De todos modos, como avanzó el periódico Mediterráneo, hay algunos municipios, como Vila-real, la Vall, l’Alcora o Burriana, donde está implantada esa figura que ahora tendrá nuevas competencias, que ya han mostrado su predisposición a sufragar el incremento de costes. Una postura que también defienden los otros municipios que más toros programan, que se han brindado a hacer frente a este gasto, como muestra de apoyo a la fiesta.

GRAN AFICIÓN

Y es que las localidades de la provincia siguen demostrando que apuestan por los bous al carrer. Los datos no dejan lugar a dudas. Castellón ha pasado de los 417 festejos en el primer cuatrimestre del 2016 a los 509 de este ejercicio, lo que supone un incremento del 22%, con 92 actos más. Unas cifras que no hacen más que refrendar las del año pasado, cuando la provincia registró 4.688 festejos, un 14% más en el 2015. Una afición que queda más que refrendada por el hecho de que 128 de los 135 municipios castellonenses programaron festejos taurinos.