El pleno del Consell aprobó ayer el decreto por el que se regulan las subvenciones para el año 2020 destinadas a compensar los gastos relacionados con la protección de la salud en determinados colectivos sociales, es decir, las ayudas al copago farmacéutico y ortoprotésico. El objetivo es facilitar la adherencia a los tratamientos médicos prescritos.

La cuantía presupuestada para la concesión de estas ayudas asciende a 67,4 millones de euros. Los colectivos que pueden acceder a las mismas son pensionistas con rentas bajas, personas con diversidad funcional, menores de edad, ciudadanos en situación de desempleo y las familias monoparentales.

Para el colectivo de pensionistas con rentas bajas, se ha producido una reducción de la tasa de tratamientos abandonados de casi un 32% en el año 2019, mientras que en el caso de los desempleados esta cifra ha sido del 17,59%.