El aeropuerto de Castellón ha fiado su futuro, al menos a corto y medio plazo, por una parte a la conexión con Europa del Este, donde se dirigirán la mayoría de rutas que operarán en verano; y por otra a la posibilidad de que Aena asuma, total o parcialmente, la gestión del recinto. Por el momento, el sector turístico se muestra prudente respecto a las nuevas conexiones presentadas el lunes, aunque adelantan que no tendrán excesivo impacto en cuanto a llegada de visitantes.

En cuanto a Aena, el jefe del Consell, Ximo Puig, obtuvo el lunes de su presidente, Maurici Lucena, el compromiso de que la empresa estatal participaría de la gestión del aeropuerto una vez pase a manos de Aerocas, a finales de este mismo año.

Un ofrecimiento que no se reflejó tan claramente en una respuesta parlamentaria a preguntas del diputado del Partido Popular Miguel Barrachina, el pasado mes de diciembre. En la misma, desde el Ministerio de Fomento se indicaba que «la selección de un nuevo gestor para el aeropuerto debería realizarse a través de un concurso público», al igual que se ha hecho «en casos similares»; y que la posible participación de Aena en el mismo «dependerá de diversas circunstancias».

apuesta // Respecto a la apuesta por Europa del Este, la demuestra el hecho de que de las seis rutas que operarán en verano desde Vilanova d’Alcolea, una conecta con Londres y cinco lo harán con ciudades situadas en aquella zona: dos con Bucarest y una con Sofía, Katowice y Budapest,

Estas dos últimas, presentadas el lunes, no se prevé que al menos por el momento tengan un gran impacto sobre el sector turístico provincial. «Cualquier ruta, mal no nos viene. Tenemos que ver cómo se desarrollan, pero sería necesario trabajar con turoperadores y agencias para traer a visitantes», indica el presidente de la patronal Ashotur, Carlos Escorihuela. No obstante, añade que «parece que esta apuesta busca más el interés de WizzAir que del aeropuerto de Castellón».

Por su parte Javier Gallego, impulsor de la asociación hotelera Altur y miembro del consejo de administración de Aerocas, reconoce que estas líneas, que operarán de junio a septiembre, no traerán muchos turistas de aquellos países. «Por lo general, para ellos somos un destino caro. Sería más interesante traerlos en temporada baja», manifiesta.

En este sentido, detalla que estas rutas representan «una muestra de confianza a Wizzair, ya que las hemos concebido como una prueba. Si funcionan, podemos alargarlas a otros meses». «El mercado que realmente nos interesa es el que llega de destinos como Holanda o Bélgica», dice