La propuesta de iniciar la tramitación para que el topónimo de la ciudad sea Castelló de la Plana y Grau de Castelló -eliminando la forma bilingüe actual- llegará al pleno del 31 de mayo con la mayoría simple para prosperar garantizada con los votos del Pacte del Grau -Compromís, PSPV y Castellón en Moviment-, y con un expediente que cuenta con el aval de lingüistas, historiadores y filólogos... y con el respaldo del Consell Municipal de Cultura (CMC), el último en sumarse al cambio.

Según ha podido saber este periódico, el órgano consultivo, en su reunión de pleno del 27 de marzo adoptó «por unanimidad, el acuerdo de dar apoyo a la propuesta del procedimiento para el cambio de denominación del nombre del municipio, actualmente bilingüe, a una única denominación en valenciano».

Apoyo de la cultura

Del CMC forman parte más de medio centenar de asociaciones culturales de la ciudad, además de representantes de todos los grupos municipales, entre ellos también el PP y Ciudadanos -que en la reunión en la que se acordó por unanimidad el respaldo a la normalización del topónimo no estuvieron presentes-.

Este nuevo órgano que se pronuncia a favor de Castelló da más peso a la propuesta -no exenta de polémica, alentada por PP y Ciudadanos, que insisten en mantener la forma bilingüe y en asegurar que no se trata de un tema que preocupe a la ciudadanía-. Así, este acuerdo se sumará al expediente de la normalización.

En dicho documento también se incorporarán copias de los informes de expertos y especialistas en cultura y lingüística valencianas emitidos para la denominación actual -aprobada mediante decreto del Consell de la Generalitat el 19 de julio de 1982-, que corresponden al entonces cronista de la ciudad, Ángel Sánchez, a la Societat Castellonenca de Cultura y al Rectordado de la Universitat de València, suscrito por Manuel Sanchis Guarner.

El Manifest de expertos

Se sumará también el Manifest per la normalització del nom de la ciutat suscrito el 4 de abril del 2017 por varias personalidades de reconocido prestigio -Germà Colón, Antoni Gascó, Vicent Pitarch y Vicent Garcia Edo-, en el que defienden que «la forma castellana en el topónimo es etimológicamente incorrecta» y que modificarla para la forma tradicional valenciana «constituye una reparación histórica, necesaria y práctica».

500 años de tradición

Además, se incorpora el informe del jefe de negociado de Normalización Lingüística, que concluye que «las denominaciones Castelló de la Plana y Grau cuentan con una tradición en el uso culto del valenciano de más de 500 años, por lo que se considera la forma más adecuada».

Informe de Gimeno Betí

En el pleno también se prevé designar al doctor en Filología Románica y catedrático de Escola Universitaria de la UJI Lluís Gimeno Betí para la redacción del informe técnico que es obligatorio incorporar al expediente de cambio y que debe ser suscrito por una persona experta en lingüística. Será Gimeno Betí, atendiendo a su dilatada trayectoria y destacado currículo.

Un recorrido complejo

Se llegará a este punto después de que el inicio de los trámites se aplazara en febrero, a instancias del PSPV, que condicionó su apoyo a Compromís a la organización de una campaña divulgativa en busca del máximo consenso para la normalización.