Unanimidad. Los principales afectados exigen al Ministerio de Fomento que liberalice la autopista AP-7 para evitar las molestias que las obras en la Autovía del Mediterráneo (que alberga a más de 48.000 vehículos diarios) van a provocar en sus usuarios.

Las cinco localidades más cercanas (la Vall d’Uixó, la Llosa, Xilxes, Nules y Almenara), y la Generalitat censuran la falta de planificación de Fomento, que ha hecho coincidir la mejora en la calzada (que todos redundan en que es muy necesaria, aunque llega «con mucho retraso», dijo la consellera de Obras Públicas, María José Salvador) con la restricción de los trenes de Cercanías por las obras del tercer carril.

Es también unánime la censura a que el tráfico se desvíe solo a la N-340, una carretera «saturada» y que va a generar «molestias a los vecinos, con unas colas que serán inmensas», apunta Joaquín Llopis, alcalde de la Llosa, cuyo casco urbano parte la general.

inicio de los trabajos // Estas retenciones serán más habituales a partir de hoy, cuando se inician las obras propiamente dichas. Hasta ahora los operarios se han dedicado a señalizar los desvíos, sin llegar a cortar uno de los dos carriles de la autovía. Desde hoy está previsto que esto ya se produzca, según ha trasladado la unidad de Carreteras del Estado en Castellón a algunas localidades (no a la Vall, cuya alcaldesa, Tania Baños, se queja de ello).

Como señala su homóloga de Almenara, Estíbaliz Pérez, que ha remitido ya una carta a Fomento con la solicitud, todos demandan liberalizar la AP-7 entre los dos peajes más próximos -Sagunto y Moncofa-, «o al menos que se derive por ella a todo el tráfico de camiones», dice Pérez.

La consellera Salvador también trasladará la solicitud, aunque no es «optimista» por la falta de diálogo con Fomento, algo que tacha de «deslealtad institucional grave». Tampoco lo es Llopis, quien trasladó a la unidad de carreteras del Estado en Castellón la solicitud y le dijeron «que no encontraban otra solución». H