Dos de los seis rebrotes de la provincia, el del grupo San Lorenzo de Castelló y el de Burriana, de carácter familiar con cuatro casos, tienen su origen en el foco de coronavirus localizado en temporeros de Lleida que estaban recolectando la fruta de verano. Además, hay más positivos procedentes de esta zona, por ejemplo, dos en l’Alcora. Actualmente, cerca de 30 focos de contagio a nivel nacional están relacionados con personas que se encargan de recolectar las cosechas. Los expertos insisten en la prevención como la mejor herramienta para mitigar infecciones. Aquí, en la provincia, la vista está ahora puesta en la próxima campaña citrícola que arrancará en octubre, donde vienen collidors de otras zonas y países para recoger las naranjas, lo que supone un riesgo añadido para controlar la pandemia en una época donde la gripe puede complicarlo aún más.

Las conselleries de Sanidad y Agricultura están trabajando en la elaboración de un protocolo al respecto con medidas concretas que deberán ponerse en marcha, aunque de momento «está en estado embrionario», según comentan fuentes de este segundo departamento. El pasado viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, presidieron un encuentro en el que participaron 11 comunidades autónomas, entre ellas la valenciana, para coordinar y anticiparse al movimiento de temporeros y prevenir posibles brotes de covid-19 en las campañas agrícolas. En la reunión hicieron hincapié en la necesidad de trabajar junto con los ayuntamientos en la planificación. Este viernes está previsto un nuevo encuentro entre las partes al que se añadirán otras entidades, como oenegés. Pero, de momento, según la Conselleria de Medio Ambiente, hoy hay planificada una reunión con responsables de Salud Pública para abordar este tema a nivel autonómico.