El Consell prepara un decreto «inminente» para limitar a las unidades de convivencia el poder juntarse en un domicilio, con excepciones para crianza, cuidados, parejas que no conviven y personas mayores que viven solas. Así lo indicó ayer la vicepresidenta portavoz del Consell, Mónica Oltra, quien remarcó que esta normativa se publicará en forma de decreto del presidente, Ximo Puig,

Por tanto, el Ejecutivo valenciano sigue adelante con sus planes y, como ya señaló el jefe del Ejecutivo, se encuentra estudiando la fórmula jurídica para poner en marcha esta restricción que busca frenar los contactos sociales, tendiendo en cuenta que el 60% de los brotes se producen en domicilios particulares. Por tanto, a pesar de que en un inicio desde Presidencia se indicó que la aplicación de esta restricción requeriría de una modificación del estado d e alarma parece ser que había algún otros mecanismo jurídico.

La Generalitat estaba esperando a que el Consejo Interterritorial aprobara el pasado miércoles la posibilidad de adelantar a las 20.00 horas el toque de queda, medida que, de momento, el Gobierno de Pedro Sánchez, rechaza, pese a la petición de la mayoría de comunidades, para publicarlo conjuntamente, aunque al no haberse autorizado se incluirá solo esta restricción.

En cuanto a las excepciones, se refirió, por ejemplo, al cuidado de personas mayores, el familiar que recoge a los niños del colegio y la convivencia alterna de padres y madres separados con los hijos.

Control

Respecto al control de esta medida, para Oltra, es una cuestión de «autocontrol». «Nadie controla tampoco que no matemos al vecino. ¿Cómo se controla? No se controla. No matamos al vecino pero no porque haya un Código Penal que lo diga, sino porque el no matarás es más antiguo que el Código Penal», puso como ejemplo la dirigente de Compromís. «El que haya contravenido la norma y se haya muerto su hermana por un contagio por tener relaciones sociales fuera de la norma tendrá tiempo toda la vida de mirar a sus sobrinos huérfanos», declaró con dureza.

Así, defendió que no es cuestión de poner multas sino de salvar vidas. «La pena es la muerte, pero sin saber a quién le toca», agregó Oltra.

En cuanto a las restricciones actuales, como el cierre de la hostelería o la clausura del comercio a las 18.00 horas, Oltra remarcó que las medidas «son muy duras», aunque volvió a considerar que a lo mejor harán falta más . «Aún hay margen para restringir más», apostilló la vicepresidenta, quien el otro día ya puso el foco en el cierre de los centros comerciales. No obstante, consideró que el cierre de los colegios no sería una opción mientras no se produzca un confinamiento total, algo que supondría «otro escenario».