Tenía decidido desde hace semanas renunciar al acta de diputado autonómico y hace tiempo que se lo había comunicado al presidente Puig, pero el anuncio, ayer, del conseller de Hacienda, Vicent Soler, con convocatoria urgente en las Corts y en plena tormenta por los recortes, especialmente con el socio Compromís, abonó las especulaciones sobre un posible malestar del conseller con lo ocurrido durante los últimos días. Un malestar interno o con Compromís, que se resiste a asumir un coste político con los ajustes, y que había exigido mayor contundencia ante Pedro Sánchez.

La versión del titular de Hacienda, que ayer negó haberse sentido desautorizado o que perciba deslealtad en el socio Compromís, es que deja el escaño para liberar agenda y dedicar todo su tiempo a pelear por la reforma de la financiación.?Sin la renuncia al acta, Soler quedaba obligado a acudir a todas las sesiones plenarias porque la exigua mayoría del Botànic frente a la derecha obliga a los parlamentarios a estar presentes para apretar el botón ante la posibilidad de perder votaciones en la cámara cuando se traten temas relevantes.

la agenda // En el departamento que dirige Soler entienden que su agenda no es la misma que la de otros consellers, que sí pueden compatibilizar ambos cargos.?Siete lo hacen. De hecho, Soler no era diputado en los primeros años del Botànic y no estaba obligado a acudir regularmente a las Corts como sí lo hacen muchos de sus compañeros. Le sustituye el profesor e investigador Pedro Ruiz, que es doctor en Historia de la Ciencia por la Universidad de Oxford y coordinador en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de Madrid y asumirá el escaño en el próximo pleno. Ruiz ya era consciente desde este verano que asumía el acta.

nuevo escenario // Pero el contexto de la renuncia de Soler al acta autonómica no puede separarse de la tormenta de los recortes. De hecho, está muy relacionado. El conseller admite que se ha producido una situación excepcional porque el escenario de octubre, cuando el Consell aprobó los presupuestos para 2019, no tiene nada que ver con el actual. Entonces había pacto de presupuestos en Madrid (PSOE-Podemos), del que nacían las mejores cuentas para la Comunitat en 15 años. Pero el bloqueo de esos presupuestos deja al Consell sin ingresos que estaban previstos (750 millones) y que obliga a tomar medidas para contener el gasto de la Generalitat en 438 millones.

En ese sentido, Soler evitó criticar en todo momento la posición de Compromís al respecto. Sin embargo, algunas fuentes socialistas opinan que la coalición ha actuado de forma partidista y ha intentado que el PSPV cargue con la erosión política que suponen los ajustes, e incluso otras fuentes destilan cierto malestar porque el presidente y el conseller hayan aceptado todas las exigencias planteadas el martes por la vicepresidenta, Mónica Oltra.