Miguel Requena, el padre de la recién nacida que murió el pasado fin de semana en la Fe tras ser trasladada desde el Hospital Comarcal de Vinaròs, lamenta no haber recibido «ni siquiera una llamada» ni del centro médico ni de la Conselleria de Sanidad. «Después de poner la denuncia, pensábamos que se pondrían en contacto con nosotros para preguntar cómo estamos los familiares y ofrecernos alguna explicación al respecto», explica el progenitor, cuyo caso adelantó Mediterráneo en exclusiva en su edición de ayer.

Los padres de la bebé, que nació con casi tres kilos y medio de peso, se encuentran «destrozados» por su fallecimiento y dicen seguir sin entender «qué pasó» con su hija «para que acabara falleciendo». «Mi mujer no deja de llorar, está hundida. Yo le digo que tenemos que luchar para que se haga justicia. Lo único que nos levanta el ánimo y nos hace estar despiertos es que tenemos otro niño de seis», relata, afligido, el padre.

«Hay muchas cosas de nuestro caso que no nos cuadran. Mi hija subió a planta sin nada de cordón umbilical y en la Fe nos dijeron que eso no era normal. Los médicos de València lo vieron todo muy raro», explicó ayer.

«Lo lógico sería ver interés por parte de las autoridades sanitarias, tener algún tipo de explicación de lo que falló... pero, de momento, no hemos recibido noticias», cuenta Miguel Requena, quien este jueves se presentó en el cuartel de la Guardia Civil para interponer una denuncia contra el personal sanitario que atendió a su mujer, quien estuvo dieciocho horas de parto hasta que se le practicó una cesárea.