En pleno conflicto con el sector del taxi y los vehículos de transporte con conductor (VTC), la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio deja ahora en manos del Ayuntamiento de Castellón la regulación, ordenación e intervención en los servicios urbanos que realicen las licencias para los VTC, ya que la administración autonómica se centrará en ordenar solamente los servicios de transporte interurbanos que realicen estas empresas de transporte.

Esta es una de las principales propuestas que la Conselleria hizo llegar ayer al sector del taxi de la Comunitat en el transcurso de la reunión a la que también asistió el presidente de la Asociación Provincial del Taxi de Castellón, José Luis Artola. A este respecto, la respuesta del concejal de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento de Castellón, Rafa Simó, no se hizo esperar: «A pesar de que no nos compete, si tenemos que hacerlo deberemos coordinarnos con otros ayuntamientos porque tendremos que partir de una base común de regulación».

Malestar generalizado / Otras de las líneas básicas en las que trabaja la Conselleria es el establecimiento de un periodo mínimo de 15 minutos entre el momento de la solicitud del servicio y su inicio, un periodo que los consistorios podrán incrementar en el ámbito urbano si así lo consideran necesario, explican fuentes oficiales. Con respecto a esta propuesta, las VTC manifestaron su intención de dejar operar en la Comunitat si se aprueba, al igual que sucedió en Barcelona.

También se definirá, en referencia a las VTC, más exactitud en lo que se refiere a la captación de clientes y no se permitirá a estos vehículos circulen por las vías públicas en busca de servicios, sino que deberán estar en garajes o aparcamientos, ya que no se autoriza la geolocalización. Además, este tipo de coches deberán tener menos de 10 años y en el caso de ser sustituidos tendrán que ser menos contaminantes y cambiarse por coches ecológicos.

Sin embargo, y a pesar de que estas medidas afectan principalmente a las VTC, el presidente de los taxistas de Castellón, José Luis Artola, las tilda de «decepcionantes e insuficientes para el sector del taxi». «Es un decreto a la catalana», destaca. Además, afirma: «Por el momento, seguiremos trabajando con normalidad». Una situación en la que sus compañeros del resto de la Comunitat Valenciana van más lejos, al no descartar iniciar una serie de movilizaciones si la regulación es aprobada, como se planteó ayer por parte de la Conselleria que dirige María José Salvador.

Un documento de regulación que no ha gustado a ninguna de las dos partes: ni a los taxistas ni a las VTC, cuyos representantes mostraron también su malestar tras el encuentro que protagonizaron con la Conselleria.

Asimismo, fuentes de la patronal Unauto confirmaron tras la reunión de ayer que este decreto que prevé la administración autonómica «es un auténtico desastre para el sector porque conlleva la eliminación de un competidor del taxi», argumentan.