La Conselleria de Cultura ha descartado colocar un cristal sobre la muralla medieval de la plaza Cardona Vives -que salió a la luz a raíz de las obras del TRAM- «porque acarrearía muchos problemas, sobre todo de humedad» y en su lugar propone «reconstruir en superficie un tramo de la muralla, a modo de maqueta, para que se pueda ver desde la calle y, a su vez, dotarla de un valor pedagógico». Así lo dio a conocer ayer la portavoz del equipo de gobierno y concejala de Cultura, Verónica Ruiz.

Además, explicó que los trabajos de consolidación de los restos arqueológicos de la villa romana de Vinamargo «están a punto de terminar» y para la segunda fase «hemos solicitado a la Conselleria una ayuda de más de 200.000 euros, que esperemos recibir para poder empezar las obras antes de que termine este año». El proyecto de la segunda fase consiste en habilitar un centro de interpretación de la villa romana de modo que se dé a conocer y se ponga en valor cara al público.