La Conselleria de Obras Públicas ha hecho coincidir en el tiempo dos obras de mejora del firme en dos de las carreteras de su competencia que más tráfico tienen... y en dos tramos que están separados por apenas unos kilómetros. Al inicio de los trabajos para la mejora del pavimento en la variante de Betxí de la autovía CV-10, que se iniciaron el pasado lunes, se han sumado pocos días después las labores en la ronda litoral, la CV-18, concretamente en un trazado de 3,65 kilómetros de longitud a la altura de Burriana.

Como es lógico, esto está provocando los consiguientes problemas en la circulación, aunque desde la Conselleria señalan que estos no están siendo graves en ningún momento. Si estas situaciones de congestión importantes se produjeran, señalan las fuentes de la Administración autonómica, «la dirección de las obras de la CV-18 tiene instrucciones de parar las obras».

Asimismo, y cara a minimizar la afección a los conductores, desde la propia Conselleria señalan que los trabajos, que se llevan a cabo las 24 horas del día e incluso festivos, están «aumentando el rendimiento» y «se prevé poder reabrir las dos calzadas al tránsito antes incluso del plazo de un mes inicialmente previsto».

Así las cosas, al hecho de que se haya cortado una calzada en la Autovía de la Plana se ha añadido que en la ronda litoral se corta uno de los dos carriles por cada sentido de circulación para llevar a cabo trabajos de asfaltado y pintado de la señalización vial.

17 años desde la apertura // El objetivo de esta actuación, apuntan las fuentes del Consell, es el refuerzo y renovación superficial del pavimento de este tramo que ya requiere una rehabilitación. No en vano, han pasado casi 17 años desde que se inauguró este tramo (en el 2000 y el 2001), apuntan desde la Conselleria de Obras Públicas. De esta manera, las fuentes resaltan que se trata de una actuación «importante», cuyos objetivos son detener la degradación del pavimento, aumentar su capacidad portante y, al mismo tiempo, aumentar la calidad de la capa de rodadura.

Y es que, desde la restricción, por parte del Ministerio de Fomento de la N-340 entre Nules y Torreblanca al paso de vehículos pesados, los camiones que tienen como destino el puerto de Castellón y proceden del sur o los que salen del puerto hacia el sur utilizan esta vía por su comodidad para llegar al puerto de Castellón. Esto, unido a que esta carretera une poblaciones que suman más del 42% de los vecinos de la provincia, ha elevado su intensidad media diaria de circulación (los últimos datos son del año 2016) hasta los 12.386 vehículos, con lo que el tramo soporta una elevada frecuencia circulatoria.

Ante esto, desde la Generalitat destacan la apuesta de la consellera María José Salvador por mejorar las condiciones de las carreteras de la provincia que dependen de su departamento.