Benicàssim dio ayer el último adiós a la empresaria y referente de la sociedad castellonense y valenciana, Rosa Gimeno Tomás, quien falleció el pasado miércoles a la edad de 86 años. Madre de cinco hijos -Pedro, Eugenio, Celia, Mercedes y Enrique- y abuela de 12 nietos, Rosa Gimeno ejerció toda su vida de matriarca de una familia (Gimeno-Calabuig) unida que hoy lamenta su pérdida tras una vida plena junto a su madre, muy querida y respetada. Supo, también, consolidar e incrementar la empresa familiar y convertirla en una de las más importantes a nivel nacional.

Muy arraigada a Castellón, pasaba los veranos en su villa de Benicàssim donde le encantaba bajar a la playa y disfrutar de la compañía de sus amigos y familiares. Activa y cariñosa, solía asistir a misa en la iglesia de Las Oblatas, cercana a su residencia, donde ayer por la tarde tuvo lugar su funeral. Multitud de amigos se acercaron hasta la capilla para acompañar a la familia y dar el último adiós a un referente empresarial, a una gran mujer y una magnífica madre, quien estuvo hasta el último momento capitaneando las empresas familiares junto a sus hijos.