A partir del lunes se ampliarán los requisitos para pasar la inspección técnica de vehículos (ITV) en un nuevo paquete de medidas que llevarán consigo un mayor control sobre los motores diésel más contaminantes. Pese al anuncio de la puesta en marcha de estas nuevas restricciones, las tres oficinas oficiales de la provincia no han visto incrementada esta semana la demanda habitual en estas fechas, tal como señalan desde la empresa adjudicataria del servicio. Desde las asociaciones de consumidores temen que todos estos cambios repercutan directamente en un encarecimiento del servicio.

Otra de las principales novedades que se acompañan a estas medidas se refiere a la implantación de un sistema de diagnóstico a bordo del vehículo, lo que permitirá entrar en las centralitas electrónicas de los coches y, de esta forma, llevar un control mucho más exhaustivo de las emisiones de gases. Todo ello repercutirá en una mayor duración de la inspección que hasta ahora venía siendo de poco menos de media hora.

ASISTENCIA ESCALONADA // Aunque desde el sector se había advertido de una posible avalancha en días previos a la implantación de la medida, esta afluencia se ha producido de manera escalonada y el servicio no se ha visto alterado, con asistencias ya habituales en este periodo del año.

La provincia, que cuenta con parque móvil de casi 420.000 vehículos, dispone de tres estaciones de ITV localizadas en las ciudades de Castellón, Vila-real y Vinaròs. Los cambios más visibles que se producirán en las revisiones técnicas, además de un mayor rigor en cuanto a la emisión de gases, también contemplan la posibilidad de pasar la inspección hasta un mes antes de la fecha de vencimiento, sin que esto signifique que se adelante la fecha del siguiente examen. Además, se abre la posibilidad de que si el vehículo no pasa una primera inspección, la segunda se pueda hacer en una estación distinta, tal como informa la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu).