Hay un dato que demuestra a las claras que la principal debilidad de las buenas cifras del paro y de la Seguridad Social durante el 2017 sigue siendo la precariedad y la inestabilidad. Y ese dato lo da la contratación. El año pasado se firmaron en Castellón 233.780 contratos, el mejor dato de la última década. De ellos, casi el 89% fueron temporales, lo que en la provincia implica que se suscribieron 207.672 contratos temporales. Todo un récord.

En el incremento del número de contratos firmados año tras año tienen un gran protagonismo los de corta duración. Hasta el pasado noviembre, los de menos de un mes suponían algo más del 40% en la provincia. También reviste importancia el vigor de actividades como la hostelería, cuyas contrataciones no han dejado de crecer en los últimos años. Y este es un sector donde abundan muchos contratos de muy corta duración.

Junto a los contratos temporales también abundan los empleos a tiempo parcial. Un dato. Solo durante el pasado mes de diciembre, los empleos por horas supusieron en Castellón el 28,8% del total. Y a más empleo a tiempo parcial, salarios más bajos.

Los datos que maneja el Ministerio de Empleo no sorprenden nada a los sindicatos. «La precariedad sigue instalada en la contratación, ya que la mayoría de los contratos siguen siendo temporales. De hecho, en diciembre la temporalidad llegó al 90,6% y el 70% de esos contratos son de duración no superior a un mes», resume Ana María García, responsable de Ocupación y Formación de CCOO-PV

UGT apunta en la misma dirección. «El empleo que se está creando es precario y lo que se ha conseguido es generar una gran masa de trabajadoras y trabajadores pobres», describe Pilar Mora, secretaria de Formación Empleo e igualdad de género de UGT-PV, que reivindica políticas activas potentes dirigidas a la formación de los trabajadores y al fomento del empleo de calidad.