El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, destacó que el desarrollo de las grandes plataformas on line ha facilitado el crecimiento de este tipo de alojamiento, pero también ha permitido que, «en muchas ocasiones, la nueva oferta no esté regularizada». Es por ello que el Consell busca nuevas fórmulas para que los pisos ilegales afloren. La última de ellas es la firma de convenios con los ayuntamientos más turísticos para que la policía local colabore en las inspecciones.

Según informaron fuentes de la Agència Valenciana de Turisme (AVT), el proyecto piloto se puso en marcha el pasado verano en Gandia y, tras los buenos resultados, se ampliará a otros municipios. El primero en la provincia de Castellón será Peñíscola, aunque según indican desde la AVT otras localidades se sumaránen los próximos meses.

La lucha contra los apartamentos ilegales ha permitido que en el 2017 afloraran en la provincia 2.403 pisos, una cifra que asciende hasta los 7.449 en los últimos cuatro ejercicios.

Colomer destacó el esfuerzo realizado hasta el momento, y pidió al Gobierno central un refuerzo de personal en el área de inspección turística ya que, añadió, la actual plantilla está «infradimensionada» y sería necesario doblarla. Además, el secretario autonómico anunció una nueva línea de ayudas para campañas contra el intrusismo dirigida a asociaciones y empresas turísticas, dotada con 660.000 euros de presupuesto.