La interprofesional Intercitrus afronta esta nueva campaña citrícola con el reto de consolidar la recuperación de la actividad iniciada a finales del 2018, coincidiendo con la crisis del sector. Después de que la presidencia rotatoria recayera en los últimos doce meses en el presidente del Comité de Gestión de Cítricos, el vila-realense Manuel Arrufat, ahora serán las cooperativas agroalimentarias las que tendrán que designar al máximo representante de una entidad clave para el campo castellonense, ya que tanto para el Consell como para el Gobierno es el ente que representa el sector.

En el trasfondo de todo este proceso no solo está la difícil situación por la que atraviesa el campo, sino también el hecho, adelantado por Mediterráneo el pasado mes de marzo, de que en Andalucía (la otra gran autonomía productora) exista un profundo malestar por el hecho de que la sede de Intercitrus siga en la Comunitat, siendo una interprofesional nacional. Las maniobras de las organizaciones agrarias y del ejecutivo andaluz condicionan la elección del nuevo presidente, ya que la Federación de Cooperativas Agroalimentàries de la Comunitat debe decidir junto a su organización de ámbito estatal el nombre de la figura que representará al sector. Si finalmente el elegido sale de la federación valenciana, será su presidente Cirilo Arnandis o uno de los técnicos del ente, Enrique Bellés. Lo que es seguro es que la futura cara visible de Intercitrus, que será nombrada en una asamblea el próximo martes, no será de Castellón.

FINANCIACIÓN

Esa pugna por retener Intercitrus en la Comunitat y evitar su traslado a Madrid también tiene otras derivadas. Una de ellas es la financiación de la entidad, aspecto a tratar en los próximos meses. Durante su anterior etapa en activo, era el Consell el que inyectaba buena parte del dinero necesario para mantener la actividad. «Si Andalucía quiere tener más protagonismo en la organización, debería dar un paso al frente y ayudar», explican fuentes del sector. Hasta ahora, el Consell ha sido el único que ha mostrado interés en colaborar ofreciendo a la interprofesional un local en la capital del Túria.

Tanto el Gobierno como el ejecutivo autonómico han pedido reiteradamente que se acelere la reactivación de Intercitrus, pues lo creen clave no solo para que el sector tenga una única voz frente a las administraciones, sino también para acceder a ayudas como las que ofrece la Unión Europea para promoción exterior.

UN AÑO SIN PERSONAL

Desde que se decidiera la recuperación de su actividad en diciembre del 2018 tras una década de parálisis, Intercitrus ha funcionado prácticamente un año sin presupuesto ni personal propio. «Toda la burocracia necesaria para volver a ser la interprofesional de referencia lo ha hecho el personal del Comité de Gestión de Cítricos y de las cooperativas», indicaron desde la primera entidad.