Las medidas de apoyo impulsadas por las diferentes administraciones para salvar a la economía ante la emergencia sanitaria del coronavirus no impiden una fuerte destrucción del tejido productivo. Las estadísticas mensuales aportadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones revela que han sido muchos los emprendedores que arrojaron la toalla entre los meses de marzo y abril.

En total, son 1.038 las empresas que se destruyeron en Castellón en apenas mes y medio, especialmente durante la segunda quincena de marzo, cuando la declaración del estado de alarma supuso la interrupción total de sectores como la hostelería y el comercio no esencial. De hecho, la gran mayoría de las pérdidas obedecen a los servicios, con 881 bajas, rozando el 85% del retroceso total en la provincia.

El otro conjunto más afectado es el de la construcción, con un retroceso de 159 compañías inscritas en la Seguridad Social. La industria experimenta una pérdida de 59. En cambio, la agricultura, elemento esencial en este periodo de confinamiento, logra un pequeño repunte y en las últimas semanas gana 61 empresas.

EVOLUCIÓN / Con los datos del 30 de abril, Castellón pierde en dos meses el 5,45% del total de compañías, y se queda en la cifra de 18.012. Hay que trasladarse justo un lustro, hasta el mes de marzo del 2015, para ver un número más bajo, cuando se contabilizaron 17.954. Desde ese momento la evolución había sido al alza, llegando a rozar las 20.000 en junio del pasado año. A pesar de los datos de desaceleración detectados a finales del 2019, los datos de creación de empresas eran esperanzadores en el primer tramo del actual ejercicio, con una subida de 224 a finales de febrero.

Las estadísticas se suman al periodo negro para el empleo, con un incremento de 4.003 personas en las listas del paro en abril, que se que unen a la pérdida de 3.176 asalariados de marzo. Asimismo, más de 38.000 personas están incluidas dentro de un ERTE.