Los sectores que se mantenían activos desde el inicio del estado de alarma decretado por el Gobierno hace poco más de dos semanas estaban pendientes en las últimas horas del nuevo real decreto que ampliaba las industrias y servicios que deberán mantenerse sin funcionamiento durante, como mínimo, las dos próximas semanas con el fin de ayudar a que la curva de contagios por coronavirus alcance cuanto antes su pico y comience a estabilizarse.

La lista de actividades autorizadas, por tanto, ha menguado de manera significativa, pero entre ellas continuará la de la distribución y venta de prensa escrita como uno de los servicios de «primera necesidad» incluidos en el artículo 10.1 del real decreto 463/2020 de estado de alarma, y todavía vigentes con la entrada en escena de las nuevas medidas que se recogían en el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicado en la medianoche del pasado domingo.

MÁS DE 150 PUNTOS DE VENTA

Así, Mediterráneo seguirá estando a disposición de sus lectores cada día a primera hora, con la información más actualizada de la lucha contra la epidemia de covid-19 en la capital de la Plana y en las localidades castellonenses. Las decenas de profesionales que mantienen su actividad en el periódico líder en la provincia de Castellón continúan trabajando para seguir fieles a su cita con los más de 150 puntos de venta repartidos entre 54 municipios. Los ciudadanos castellonenses no tendrán que renunciar a su derecho a la información de proximidad en estos días tan complicados de confinamiento domiciliario.

LAS MEDIDAS DE PRECAUCIÓN

Salir para adquirir la prensa se mantiene como una de las pocas actividades en las que se permite romper la cuarentena, siempre, claro está, tomando las máximas precauciones para evitar el contagio por coronavirus. Encargados de quioscos, papelerías, estancos... y otros puntos de venta de prensa escrita —a los que Mediterráneo está realizando un seguimiento para dar a conocer su excepcional labor como garantes del derecho a la información— han puesto en marcha las medidas oportunas para ejercer su trabajo con la seguridad.

Por regla general, los clientes respetan al 100% las normas establecidas, como mantener la distancia de seguridad de al menos un metro o limitar a pocas personas —y el mínimo de tiempo— la entrada en los negocios para minimizar posibles contagios. Grandes superficies, supermercados y tiendas de alimentación, farmacias y parafarmacias, lavanderías, estancos, droguerías, ópticas... conforman, junto a la venta de prensa, el grupo de establecimientos a los que se les permite seguir abiertos.