El covid no solo es una enfermedad que causa estragos en el sistema respiratorio. También afecta a la salud mental. Temblores, sensación de falta de aire, miedo, dificultad para dormir, depresión, angustia... Nunca antes se habían registrado tantos episodios de ansiedad y nunca como hasta ahora psicólogos y psiquiatras habían tenido tanto trabajo. Los expertos estiman que, al menos, una de cada tres personas está padeciendo algún tipo de problema psíquico y eso, automáticamente, se traduce en muchas más ventas de ansiolíticos y antidepresivos. Hay farmacias de Castellón que hablan de hasta un 40% más de demanda y quienes los consumen mayoritariamente son mujeres.

El Colegio de Farmacéuticos de Castellón ha preguntado a una treintena de boticas de la provincia si desde que estalló la pandemia dispensan más unidades de Bromazepan, Trankimazin, Alprazolam, Diazepan o Fluoxetin, medicamentos indicados para la ansiedad y la depresión. Y la respuesta ha sido contundente. Casi el 72% asegura que en los últimos meses la venta de este tipo de fármacos se ha incrementado, un alza que la mayoría de las boticas consultadas cifra entre un 10 y un 40%. Incluso hay medicamentos como el Bromazepan, indicado para aliviar la tensión psíquica, la ansiedad y el nerviosismo, se encuentran en desabastecimiento.

Aunque no hay estudios científicos que vinculen el incremento de las ventas de este tipo de medicamentos con el covid, en la mayoría de farmacias de la provincia sí achacan el alza de la demanda con la incertidumbre y las noticias catastrofistas relacionadas con la pandemia. La situación provocada por el virus ha generado ansiedad en muchas personas y también problemas para dormir, de ahí que la venta de inductores de sueño también se haya incrementado, coinciden en varias farmacias de Castellón.

La pandemia ha provocado que más personas en Castellón tengan sudores fríos, palpitaciones o pinchazos en el corazón y, además, ha interrumpido los tratamientos de médicos de muchos pacientes que ya sufrían esas dolencias. «No solamente ha aumentado la dispensación de ansiolíticos y antidepresivos, sino que se ha visto reducido el seguimiento y las terapias psicológicas asociadas a pacientes que ya tenían tratamientos instaurados, por lo que seguramente estos necesitarán consumir estos fármacos por más tiempo», apunta el titular de una de las boticas que ha participado en la encuesta del Colegio.

Y mientras bajan las ventas de anticatarrales, se dispara la demanda de suplementos para mejorar las defensas, como vitaminas y probióticos.