La pandemia se está cebando con los más desfavorecidos y en Castellón se han disparado las solicitudes de auxilio tanto a Cruz Roja, como a Cáritas y al Banco de Alimentos.Desde Cáritas, María Elena García, técnica coordinadora del área de animación comunitaria, explica que debido a esta situación hay muchas personas que no están recibiendo ayudas oficiales y atraviesan un momento complicado y precisan de una atención inicial urgente. Entre ellos hay afectados por expedientes de regulación de empleo, trabajadores de la economía informal o de mercadillos y otras actividades afectadas por el cese de la actividad.

«Las personas acceden directamente o bien entran a la red de Cáritas, llaman por teléfono o a través de la web», explica. En principio se les presta un apoyo puntual de emergencia, hasta que empiecen a recibir la ayuda de Servicios Sociales --que se está demorando unas semanas-- o a través de las Cáritas parroquiales --algunas de ellas siguen atendiendo y otras han cerrado durante la crisis del covid--19.

En concreto, a estas personas se les convoca para que acudan a las oficinas de la calle Germanías. Para evitar aglomeraciones se les da cita previa cada media hora y se les entrega un vale canjeable por alimentos en el súper. Hasta ahora se han repartido 367 por valor de 1.835 euros y se ha atendido a 246 familias.

También funciona con cita previa Cruz Roja, que ha activado el programa Responde, en el que se han hecho 4.383 entregas de productos de primera necesidad. A los usuarios se les atiende en el local de la avenida Casalduch 38 previa cita, con diez personas cada media hora, donde se les entregan lotes de alimentos. Antes se citaba a más usuarios, con lo que se formaban colas, y se permitía entrar al almacén. Ahora, la atención se hace a pie de calle y los voluntarios van con mascarillas y guantes.

Este programa, que se nutre de las donaciones de empresas, se suma al plan de ayuda alimentaria que financia la Unión Europea, aunque con usuarios distintos. «Llevo cinco años y antes eran más o menos los mismos; pero ahora está viniendo mucha gente nueva que dice que es la primera vez que recibe alimentos y también pasa mucha a informarse», señala Mamen Esquer, encargada del proyecto de alimentos, quien resalta también que «los voluntarios están respondiendo muy bien», ya que se está incorporando gente nueva, ahora que disponen de más tiempo.

Liliana es una de las beneficiarias del programa de ayuda alimentaria de Cruz Roja. Separada y madre de dos hijos, «hacía cuatro años que no venía, pero me ha tocado pedirlo», manifestaba. Y es que, como autónoma, muchos son los gastos a los que tiene que hacer frente, como luz, alquiler, cuota... Como ella, son muchas las personas que, carro o bolsa de la compra en mano, acuden a recoger los lotes que la oenegé prepara.

Tras el mostrador, los voluntarios hacen una encomiable labor atendiendo a los usuarios, pero también a quienes vienen a entregar productos. Muchas empresas colaboran con donaciones.

Mamen Esquer, encargada del proyecto de alimentos de esta oenegé, explica: «Al principio tenía miedo, pese a llevar años, pero te echas el temor a la espalda y tiras hacia delante». Lucía de Basilio, explica que lo pasa «muy mal viendo todo lo que estaba pasando con la pandemia, que se ceba con los más débiles». Por eso, decidió intensificar su labor como voluntaria. «Me apunto a todo», explica. Además de ayudar en el reparto de alimentos, lo hace con la entrega de comida preparada a domicilios para los más vulnerables. Un ejemplo.

En el caso del Banco de Alimentos, Santiago Santiago Miralles señala que solo esta semana han repartido casi 25.000 kilos y que van a comenzar a distribuir tarjetas y vales la semana que viene para intentar descongestionar el banco, que ha visto incrementar el número de beneficiarios con la crisis del covid-19. Y aunque ellos no entregan directamente a usuarios, «cada día vienen de 20 a 25 familias a pedir ayuda.

Precisamente la Fundació Caixa Castelló ha hecho una aportación económica a Banco de Alimentos de Castellón con el fin de distribuir mil vales, canjeables por comida en locales de alimentación de la provincia. Estos serán distribuidos directamente por la entidad.